10 errores que debes evitar al arreglarte para la oficina

La imagen que proyectas en el entorno laboral es muy importante. Los errores más comunes que podríamos estar cometiendo al momento de alistarnos para ir a trabajar.
1. No cubrir las ojeras. Esas molestas ojeras pueden hacerte lucir somnolienta o muy cansada en la oficina y tus compañeros pensarán que no estás con la mayor disposición para trabajar. Un poco de maquillaje bastará para ocultarlas.
2. No asegurarte que tu tono de piel esté parejo. Antes de salir de casa, tómate unos cinco minutos para mirarte al espejo y verificar que la piel de tu rostro luzca uniforme y sin manchas por aplicarte mal el maquillaje.
3. No hidratarte la piel. Nadie quiere ver una piel seca y escamosa, sino una bien hidratada para lucir más fresca en el trabajo.
4. No utilizar rímel. Aplicarte un poco de rímel te ayudará a parecer más despierta en el trabajo, además de mejorar la composición general de tu rostro.
5. No agregar un poco de color a los labios. Ya sea un simple brillo de labios o un lápiz labial bastante sutil, es recomendable aplicarle algo de color. Así, cuando hables con alguien en la oficina, tus palabras generarán una atención extra con este detalle.
6. Aplicar sombras de colores llamativos. Evita emplear sombras de colores muy resaltantes como el azúl eléctrico u otros tonos similares. Recuerda: estás en el trabajo, no en una fiesta.
7. Usar pestañas postizas. Este suele ser un error muy común. Es recomendable no utilizar estos accesorios para el quehacer laboral, a menos que seas una presentadora de televisión.
8. No mantener las uñas cortas, limpias y de color neutro. Usar uñas postizas demasiado largas o con figuras muy elaboradas hechas con esmalte pueden restarte seriedad y complicar tu trabajo con teclados u otros elementos similares.
9. Ponerte demasiado perfume. La premisa es que nadie en la oficina debería oler tu perfume favorito a menos que vengan a saludarte personalmente. Así de simple.
10. No afeitarte las piernas. Este es el peor error de todos. Si en tu trabajo debes utilizar faldas o tienes expuestas las piernas, es imprescindible que estén afeitadas y humectadas.